miércoles, 24 de junio de 2015

Los tres cerditos (ab ovo/in media res/in extrema res)

LOS TRES CERDITOS  Homero Glorioso, Joaquin Carri


AB OVO

Había una vez tres cerditos que eran hermanos y se fueron por el mundo a conseguir fortuna. El más grande les dijo a sus hermanos que sería bueno que se pusieran a construir sus propias casas para estar protegidos. A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieron manos a la obra, cada uno construyó su casita.
-La mía será de paja -dijo el más pequeño- la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar.
El hermano mediano decidió que su casa sería de madera: - Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores -explicó a sus hermanos, -Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar. Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema: -¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz!
Detrás de un árbol grande apareció el lobo, rugiendo de hambre y gritando: - Cerditos, ¡me los voy a comer!
Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló: - ¡Cerdito, ábreme la puerta! Pues si no me abres... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!
-No, no, no, no te voy a abrir.
Y sopló con todas sus fuerzas, sopló y sopló y la casita de paja se vino abajo. El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano. - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos. De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo: - ¡Cerditos, abridme la puerta! Pues si no me abres... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! - No, no, no, no te vamos a abrir!
La madera crujió, y las paredes cayeron y los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo de su hermano mayor. - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos.
El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta dijo: - ¡Cerditos, abridme la puerta! - No, no, no, no te vamos a abrir. - Pues si no me abrís... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno. Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía derribarla. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Escaldado y con el estómago vacío salió huyendo hacia el lago.
Los cerditos no volvieron a ver al Lobo. El mayor de ellos regañó a los otros dos por haber sido tan perezosos y poner en peligro sus propias vidas.
Si algún día vais por el bosque y veis tres cerdos, sabréis que son los Tres Cerditos porque les gusta cantar: - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz!


IN MEDIA RES

Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema: -¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz!
Detrás de un árbol grande apareció el lobo, rugiendo de hambre y gritando: - Cerditos, ¡me los voy a comer!

Ellos eran tres cerditos hermanos que iban por el mundo buscando fortuna. El hermano mayor propuso construir sus propias casas para tener un refugio seguro. Entonces cada uno comenzó a hacer la propia.
El cerdito más chico hizo una casita de paja, el mediano una de madera, y el más grande una de ladrillo.
Lo que no anticiparon los cerditos fue la llegada del Lobo, que estaba muy hambriento. Entonces sopló muy fuerte la casa de paja del cerdito más pequeño y la derribó fácilmente. Entonces se fue a refugiar a la casa de madera de su hermano del medio. El Lobo volvió a soplar y también la derribó. Los cerditos se fueron a la casa del hermano mayor a refugiarse en su sólida casa de ladrillo. El Lobo sopló muy fuerte y no logró derribarla, entonces subió a la chimenea para entrar por allí; pero lo que no sabía era que cuando bajara había una sopa hirviendo esperándolo. Luego de quemarse, huyó hacia el lago. Los cerditos nunca volvieron a verlo.
El cerdito mayor regañó a sus hermanos por haber sido perezosos y no haberse construido una casa sólida y segura.



IN EXTREMA RES  

         El Lobo sopló y sopló, pero la casita de ladrillos del cerdito mayor era muy resistente y no conseguía derribarla. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Al haberse quemado salió huyendo hacia el lago.

Ellos eran tres cerditos hermanos que iban por el mundo buscando fortuna. El hermano mayor propuso construir sus propias casas para tener un refugio seguro. Entonces cada uno comenzó a hacer la propia.
El cerdito más chico hizo una casita de paja, el mediano una de madera, y el más grande una de ladrillo.
Lo que no anticiparon los cerditos fue la llegada del Lobo, que estaba muy hambriento. Entonces sopló muy fuerte la casa de paja del cerdito más pequeño y la derribó fácilmente. Entonces se fue a refugiar a la casa de madera de su hermano del medio. El Lobo volvió a soplar y también la derribó. Los cerditos se fueron a la casa del hermano mayor a refugiarse en su sólida casa de ladrillo.
El cerdito más grande retó a sus hermanos pequeños por no haberse hecho una casa más sólida, por ser perezosos y querer irse a jugar antes que trabajar.

Los cerditos nunca más vieron al Lobo.

3 comentarios:

  1. me gustaron mucho los textos, sobre todo como escribieron el final y el "-¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! " están bien hechos y lograron contar la historia desde el principio después desde la mitad y desde el final.

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  2. Quizás el in media res no está tan a la mitad. Pero la historia quedó interesante desde un punto diferente igualmente.

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  3. Es un clasico muy lindo, con el cual cumplieron la consigna.En el medias res concuerdo con Luna, para mì tendrian que haber empezado unos parrafos despuès, pero el resto està bien.

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